Alimentas mis sueños y también mi despertar. Tú, mi vida, vives
en mis secretos aún sin revelar, te siento en cada poro de mi piel y no hay
nada que me guste más que dejarme caer en tu abismo, en tus brazos, en tu
regazo.
Solo con rozar tus labios me haces volar, despertando esa magia que hay
en mi interior, volviendo mi mundo al revés. Solo es relevante todo lo que tú
me haces sentir, y solo tú eres el que das respuesta a todas las preguntas que se
alojan en mi alma.
Solo tú, con tus defectos y tus virtudes, eres capaz de
curar mis heridas con tus besos, esos dulces besos a los que soy adicta y que
estremecen mi piel, erizando cada poro con solo sentirte cerca. Cruzas todas
las barreras de mi corazón con solo aparecer.
Pienso en ti a cada instante, siempre estas inmerso en mi
mente, encendiendo las luces de mi oscuridad, cicatrizando mis heridas y
sellándolas fuerte para que no se vuelvan a abrir jamás.
Porque cariño, este amor es fuerte como un huracán y solo a ti
puedo amarte de esta manera incondicional. Me pierdo en tu sonrisa, ella es lo que a mí me hace feliz, el brillo que provoca en tus ojos, la manera en la que ilumina tu cara, que al mismo tiempo es el espejo de mi alma.
Hay silencios que dicen mucho y palabras que no dicen nada y por mejor que intento explicar mi interior, no encuentro las palabras exactas.
Solo sé que a tu lado toco el cielo con las manos, olvido todo mi dolor, tu compañía es el mejor regalo que me da la vida y la fuerza que me hace seguir adelante.
No quiero despertar de este sueño, porque todas estas palabras son vanas si tú no estás. Sin ti no soy más que un vagabundo en la más plena soledad, inmersa en un laberinto en el que solo hay nostalgia y oscuridad.
Tu compañía es lo único que necesito para hacer realidad mi fantasía,
tuyo es mi amor y mis sentimientos...